Dos semanas antes habíamos subido a ver la nieve al puerto del Escudo, sin imaginarnos siquiera que en breve lo tendríamos a la puerta de casa. Hemos sufrido una nevada inmensa que no recordaban por aquí desde hace 30 años. Así que las niñas no pudieron ir al cole dos días. La pena es que teníamos un grupo de estudiantes ingleses y no pudieron hacer mucho estos días.